Consejos para lidiar con las peleas entre hermanos

Una de las mayores fuentes de estrés en las familias numerosas, o de al menos, de más de un retoño, son las continuas peleas entre los hijos.

Muy lejos queda de esta realidad la idealizada imagen de tener más de un hijo para que se entretengan juntos… entretenerse, sí, pero no matarse vivos!!

Una de las principales razones de los conflictos entre iguales son los celos. Con la llegada de un hermanito, el primero siente que le han destronado y se entristece pensando que sus padres ya no le quieren tanto como antes, y de repente se percata,  que tiene que competir por la atención que antes era suya por derecho.

Cuando los hijos son pequeños, tenemos que tener en cuenta, que en la mayoría de los casos, se pasaran gran parte del tiempo peleándose. Cuando son un poco mayores, sí que podrán pasar tiempo jugando juntos, aunque, dependiendo de su carácter, seguirán teniendo conflictos.

Los conflictos entre los hermanos son comunes. Igual pasa con los adultos, personas que pasan mucho tiempo juntas, acaban teniendo roces.

Si es un tema de celos el que subyace, normalmente ayuda darle un poco de importancia al mayor, pidiéndole que nos ayude a elegir y organizar actividades y juegos para hacer con el pequeño. Si le implicamos, al pedirle ayuda le estamos dando responsabilidad y normalmente se portará mejor.

También le podemos pedir que enseñe a su hermano a jugar con un juguete determinado.

Una amiga mía puso a sus hijos de 4 y dos años y medio a dormir juntos, y fomentó mucho la unión entre ellos. Puede ser otra opción, y poco a poco, dejarlo como un premio de fin de semana.

Sea como sea, no obliguéis a vuestros hijos a jugar juntos, si no se llevan bien, el juego acabará mal. Además pensad, que para que aprendan a jugar juntos, las primeras veces tendréis que estar delante y actuar como mediadores, para que vean un modelo de resolución de conflictos positivo.

Os propongo a continuación algunos consejos para tener en cuenta:

No acudáis siempre al rescate. Todo conflicto, es una oportunidad de aprendizaje para resolver problemas en un futuro. Claro esta, si no es siempre el mismo el que inicie la agresión. Tampoco busquéis al culpable, dos no se pelean si uno no quiere.

Intentad haced vosotros mismos de modelos para que aprendan a resolver conflictos. Inventaros una situación en la que un miembro de la pareja haga algo al otro, y el segundo manifieste de forma asertiva y sin gritar: “no me gusta que me hagas eso”. Situaciones de este tipo o en las que se llegue a un acuerdo, o se vea una reconciliación, son muy positivas para enseñarles una manera adecuada de relacionarnos. Los niños aprenden e interiorizan mucho más por lo que ven, que por lo que se les dice.

Anticípate al conflicto. Te han regalado unos coches iguales pero de diferente color para tus niños. Sabes que los dos van a querer el mismo y se van a pelear. Pon unas normas claras de actuación antes de dárselos, establece unos turnos de juego. No vale sólo con decir que no les quieres oír pelearse, enséñales cómo.

Podemos organizar actividades adaptadas a su nivel, o juegos en los que los dos hagan un equipo o trabajen juntos para conseguir un fin. También se les pueden poner ejercicios para conseguir un premio. Por ejemplo: Si consiguen estar por la tarde del viernes jugando sin pelearse, o peleándose pero llegando a un acuerdo, les vais a dejar irse a la cama un poco más tarde. De vez en cuando tendréis que recordar la premisa y lo bien que lo están haciendo.

Eso me recuerda que sobretodo, tenéis que estar muy pendientes cuando les veáis jugando juntos bien, o resolviendo un conflicto para explicitarlo en voz alta y alabar sus esfuerzos.