“Tienes que cuidar a tu hermano” “Déjaselo tú a él que ya eres mayor”…
Cuantas veces habremos oído esas frases…
En el nacimiento del segundo hermano, el primero pasa automáticamente a ser el mayor, sin tener un aprendizaje previo. Es un crecimiento de golpe a una realidad desconocida y en la que los niños sienten que no tienen control.
Además, a partir de ese momento, se “espera” del mayor, unos comportamientos de ayuda y madurez respecto al nuevo núcleo familiar.
Esos y otros factores, como la inexperiencia de los padres para afrontar ese tipo de situaciones difíciles, hacen de la llegada de un hermanito, una situación frustrante para el primogénito de la familia.
El objetivo de este post, es darte algunas claves para afrontar esta nueva situación.
- Lo primero de todo es anticiparte a la situación que está por llegar. Fomenta el vínculo de vuestro hijo con el bebé que está a punto de nacer. A partir del segundo trimestre del embarazo se le puede pedir ayuda para acondicionar la habitación nueva, se le pueden mostrar las pataditas que da dentro de la barriga de la mamá o incluso escuchar sus latidos.
- Si vamos a necesitar hacer cambios, como cambiarle de habitación, ser el otro miembro de la pareja el que le dé de cenar o bañar mientras la mamá le da el pecho al bebé…hacerlo cuanto antes, antes de que nazca el bebé, para evitar que se sienta desplazado.
- Intentar que vaya al Hospital a conocer a su hermano, y que cuando llegue este momento, el recién nacido no esté en brazos de mamá ni de papá.
- Ayuda mucho que nuestro hijo “mayor” reciba un regalo del hermanito que acaba de nacer, para que el primer sentimiento sea positivo.
- Estate muy atento a las conductas positivas que haga tu hijo con respecto al bebé, y felicítale por ello. Como darle un beso, dejarle un juguete o ayudarte a tirar un pañal a la basura.
- Fomenta la autonomía del mayor en casa, intenta hacerlo y de una manera consciente para tu hijo, incluso antes de que nazca el segundo
- Enfatiza las ventajas de ser mayor, jugando a juegos con intercambio de roles o leyendo cuentos que hablen de este proceso.
- Los “nuevos mayores” necesitan más que nunca, tener un ratito al día en el que padre/madre e hijo se sienten con ellos y les dediquen un rato de calidad.
Los consejos prácticos están bien, pero creo que lo más importante de todo es que podamos reconocer que los hijos “mayores” siguen siendo niños y puede que aún no dispongan de las herramientas adecuadas para afrontar este cambio tan importante. Hay que darles tiempo.
Necesitan que se empatice con sus sentimientos y sentir que se pueden enfadar porque este cambio no les guste. No intentéis bloquear esos sentimientos, son normales, necesitan poder vivirlo para adaptarse cuanto antes.
Pensad que se están encontrando seguramente por primera vez en su corta vida, con sentimientos contradictorios. “Quiero a mi hermano pero me quita la atención y el tiempo de mis padres y quiero que se vaya”.
Creo que en esta situación, es importante que les dejéis claro a vuestros hijos que les seguís queriendo muchísimo y siguen siendo importantes para vosotros. De forma explícita, como os comenté en el post de “decir a los niños lo que pensáis de ellos”, y de forma implícita, con momentos puntuales de atención plena durante el día.
Espero que os sirva de ayuda. Mucha suerte en este nuevo reto!