¿Qué significa educar en valores?

Sobre la educación en valores

Mucho se habla sobre educar en valores a nuestros hijos,  pero  ¿Eso qué es?

Cuando hablamos de valores humanos, nos referimos a todas aquellas motivaciones que nos guían a la hora de comportarnos y también dirigen nuestras actitudes y creencias sobre la vida…

Para cada persona, los valores tienen un orden de importancia diferente: igualdad, perseverancia, voluntad, independencia, optimismo, tolerancia, respeto, integridad, aceptación, generosidad, sinceridad…. Estos son algunos de los valores de los que hablamos. Lo que está claro, es que si cada uno de nosotros hiciera un listado valorando en primera posición a aquel valor al que le da mayor importancia, seguro que no coincidimos mucho.

Ése es el tipo de trabajo personal al que siempre me refiero a la hora de educar. Tenemos que tener claro, qué es lo que queremos fomentar en nuestros hijos.

Los profesores en los colegios tienen una guía de contenidos que marca el Ministerio de Educación. En ella, vienen de forma explícita, los temas que se han marcado como obligatorios, y ha habido un consejo que ha valorado si es más importante dedicar un tema o dos a la guerra civil española o los contenidos para la asignatura “educación para la ciudadanía” tan polémica actualmente.

Educación consciente

Los profesores tienen una guía, y en ella se basan para enseñar. Nosotros, como padres y educadores, debemos de hacer esa reflexión personal, y seleccionar aquello que creemos que es más importante que interioricen los niños. A eso le llamo “Educación Consciente”.

En muchas ocasiones, y guiados por las prisas y el stress de una sociedad que vive en continuo cambio, respondemos a las conductas de los niños de forma espontánea y aleatoria, dependiendo de nuestro estado de ánimo o de lo cansados que estemos. Ante una misma actuación de nuestro hijo, en ocasiones le regañamos, en otras somos más permisivos y puede ser que otras veces, le ignoremos.

¿Cómo educamos en valores?

Haciendo en primer lugar una reflexión personal sobre nuestros valores. En segundo lugar, realizando una puesta en común con nuestra pareja. Y por último, ya que tenemos clara la dirección, se trata de encontrar actividades o acciones en las que podamos hablar con nuestros hijos de esos valores.

Cualquier circunstancia de la vida cotidiana, se puede valorar desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo: nuestro vecino nos hace una gotera en el techo. Una persona positiva pensará que es la excusa perfecta para darle una mano de pintura a las paredes, que ya lo necesitaban. Una persona que quiera educar en “convivencia con los demás”, puede aprovechar para mostrar lo que debería hacer uno u otro vecino en esa situación.

Además de explicitar esos valores, lo que tenemos que tener en cuenta es que los niños se van a guiar más por lo que ven en casa, que por lo que se les dice. De nada sirve educar o hablar sobre la importancia de cuidar nuestra naturaleza, si los niños no ven que se recicla en casa, o si se les deja subirse a los árboles en el parque y romper las ramas…

De nada sirve insistir en que se laven los dientes a diario si no nos ven a nosotros hacerlo, igual pasa con los padres que quieren que sus hijos se aficionen a la lectura y apenas hay libros en casa y no se lee…

Os animo a reflexionar sobre los valores a los que les dais más importancia vosotros y a inculcarlos en los niños. ¡Construyamos entre todos una sociedad mejor!