Las rabietas

Típica escena de supermercado… Carlos se está portando fenomenal hasta que llegamos a la cola, y hay gente, con lo que nos toca esperar justo delante del mostrador donde se exponen todo tipo de chucherías y objetos atractivos para los niños al alcance de sus manos. Coge un chupachups y una bolsa de gusanitos y….

Como en el carro ya hemos cogido algunos premios, yo considero que por hoy es suficiente… y cuando le digo que no….explota y se tira al suelo. Normalmente esto me lo hace en casa y me es bastante fácil ignorarle, pero aquí, con todo el mundo mirando es otra cosa.

¿QUÉ PUEDO HACER FRENTE A LA RABIETA?

Tengo varias opciones, le compro el chupachups (la primera). Ignoro su pataleta hasta que meto toda la compra en las bolsas y le cojo a la fuerza mientras grita y llora a pleno pulmón (la segunda) o bien, le despisto de ese chupachups con otro tipo de objeto como mis llaves del coche o alguna otra cosa atractiva para canjear (la tercera). También puedo meterme en un interminable diálogo de las razones por las que no le voy a comprar el chupa chups… (la cuarta)…

Cada rabieta, es una oportunidad para aprender. Para que vuestros hijos sepan dónde están sus límites y porqué motivos le vais a permitir o no una conducta determinada, en este caso, tirarse al suelo y demandar algo a gritos.

Si cojo la primera opción, comprarle el chupachups, ¿Qué ha aprendido mi hijo? Que para conseguir sus deseos sólo tiene que tirarse al suelo y gritar, y cuanto más fuerte, mejor y cuanta más gente delante, también mejor.

¿Y el diálogo? Depende de la edad del niño. No es lo mismo explicarle a un niño de seis años que a uno de tres. El de seis años ya no tiene edad para pataletas, y si sigue con ellas a lo mejor es que no le hemos marcado bien los límites antes. Con un niño de seis años, ver en su cara el gesto torcido a modo de “morro” está casi asegurado, pero con él, funciona mejor el diálogo. En cambio, con el de tres años no, la etapa de tres años, es una etapa en la que es mejor dirigir que explicar, y no negociar.

¿Y el despiste? ¿Cuándo podemos usarlo? ¿Estaría bien en este caso? Desde mi humilde opinión, el despiste funciona bien cuando no es una conducta que nos urja mucho cambiar, o no sea muy relevante para nosotros, entonces, poner el foco de su atención en otro objeto que no hay que comprar, puede funcionar.

(Aprovecho para recordaros que las llaves del coche o el móvil, no son objetos que debamos dejarles a los niños pequeños. Son muchas las veces que he conocido casos de pequeños que han dejado las llaves olvidadas en la calle o en cualquier lado. Son objetos importantes y además caros, como para cedérselo a los niños y hacerles responsables de ello.)

Volviendo a las rabietas, un aspecto a tener en cuenta es, si esta conducta de tirarse al suelo cuando no le damos algo que quiere, lo hace siempre, está empezando a usarla ahora o no lo hace nunca.

Si está instaurada la acción de tirarse al suelo y explotar ante la negativa de los padres, yo os recomiendo que, cuando vosotros en pareja lo decidáis y estéis tranquilos, os pongáis con ello. Eso implica marcarle unas normas claras de actuación y hacer los dos los mismo.

Os aconsejo que marquéis dos o tres normas al principio pero que seáis firmes con ellas. Los niños tampoco entenderían que de repente les marcarais límites en todo.

Tanto si lo hace siempre como si está empezando a hacerlo ahora, yo preferiría enfrentarme a la situación aunque suponga ponerme colorada, porque sé que si no me enfrento ahora, me tendré que enfrentar a esto mismo en otra situación en el futuro, y prefiero que sea ahora. Cuanto antes lo aprenda, mejor!

Os animo a enfrentaros a la rabieta!!